Nelson Mandela y sus citas célebres
Uno de los políticos más influyentes e importantes de la época moderna, ha sido sin lugar a dudas Nelson Mandela, quien marcó una gran diferencia en lo que se refiere a los derechos civiles en Sudáfrica y también se ha convertido en todo un ejemplo, para numerosos idealistas alrededor del mundo. A más de un año de su fallecimiento, hoy en día aun se le recuerda como una de las figuras más valientes del siglo XX y XXI. A él le dedicamos el artículo del día de hoy, donde conocerás un poco acerca de su vida y las frases más famosas que de él se conocen. ¿Nos acompañas a descubrir todo esto?
Historia de Nelson Mandela
Primeros años
Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un pequeño pueblo de Sudáfrica en el que vivían apenas 300 habitantes. Fue criado en medio de una familia numerosa, pues contaba con doce hermanos. En su tierra natal era conocido bajo el sobrenombre de «Madiba».
Cursó sus estudios primarios al igual que cualquier otro chico de su edad y para cuando estuvo en edad de hacer los de bachillerato, se matriculó en el Colegio Universitario de Fort Hare, donde destacó en Artes. Allí mismo, sus compañeros lo eligieron como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles, pero más tarde sería expulsado con motivo de haber participado en una huelga estudiantil. Desde entonces, ya eran claras sus convicciones morales por defender lo justo.
Tras este episodio se desplazó a la ciudad de Johannesburgo, en donde terminó de estudiar por correspondencia en la Unisa.
Pese a que desde su nacimiento, contaba con el derecho de convertirse en líder de la tribu xosa en la cual había nacido, él la rechazo y decidió proseguir con sus planes de estudiar para convertirse en profesionista.
Trayectoria política y logros
Se decantó por seguir la carrera de Derecho en a Universidad de Witwatersrand, de donde se recibió como abogado en 1942. Por aquellos años, la situación de los sudafricanos era muy desigual debido al racismo que conllevaba el Apartheid, un régimen por parte del gobierno que conllevaba a que sus derechos civiles no fueran plenamente respetados y le concedía mayores privilegios a la población blanca. Mandela sentía una fuerte necesidad por cambiar esta circunstancia, por lo cual se convirtió en un activo defensor de muchos sudafricanos.
Mahatma Gandhi era una de sus más grandes aspiraciones, en especial por su ejemplo de resistencia pacífica. Llegó a organizar campañas de desobediencia civil en contra del Partido Nacional, mismo que había instaurado las leyes de segregación racial. También presidió la confederación del Congreso Nacional Africano en 1952, en la provincia de Transvaal.
Sin embargo, sus convicciones serían algo que también le causaría muchos problemas.
En 1962 fue arrestado bajo el cargo de sabotaje entre otros, que le valieron la condena de cadena perpetua. Había sido detenido por liderar los movimientos de resistencia en los que participaban cientos de personas; se estima que por aquel entonces, se llevaron a cabo alrededor de 8000 detenciones. Pasó más de 20 años en la cárcel, la mayoría del tiempo confinado en la prisión de Robben Island. Más adelante conseguiría ser liberado en 1961, por falta de pruebas en su contra, para continuar luchando por su causa y formaría su propio partido democrático.
Finalmente, en 1990 comenzaría a ganar importancia al negociar por medio de este partido, un trato más justo en lo que a cuestiones raciales se refería. Cuatro años después logró ser electo en las elecciones por sufragio universal que se celebraron en su país; un gran triunfo no solo para él, sino para Sudáfrica en general, después de años de racismo y otras injusticias. Él era el primer presidente negro de su país.
A partir de su ascenso a la presidencia, se reformó una nueva constitución que sería la que definiría su gobierno. Con ella se garantizaba la abolición de la segregación racial y tanto habitantes blancos como negros, gozaron de los mismos derechos. Este documento fue aprobado en 1996, por parte del parlamento sudafricano.
Nelson Mandela contrajo matrimonio tres veces y se convirtió en padre de seis hijos.
Su ardua lucha en pro de la igualdad racial lo hizo acreedor a numerosos premios a nivel internacional, llegando incluso a ganar más de 200, entre los cuales se destaca el Premio Nobel de la Paz que le fue concedido en el año de 1993.
Últimos años y muerte
A tres meses de finalizar con su mandato, Nelson Mandela se retiró de su cargo. Como su sucesor, fue democráticamente elegido Thabo Mbeki en 1999. Desde entonces, Mandela se mantuvo bien apartado de las cuestiones políticas, aunque para entonces ya era bien reconocido alrededor del mundo. El famoso cineasta Clint Eatswood, filmó una película basada en su vida, «Invictus», que se estrenó en el año 2009.
Aun cuando había desistido de cualquier cargo político, se le hicieron al ex-presidente numerosos reconocimientos y sus apariciones públicas no cesaron, aunque cada vez las repetía con menor frecuencia, debido a lo precario que se volvió su estado de salud con el paso del tiempo.
En el 2010, cuando se llevaba a cabo el tradicional Mundial de Fútbol en Sudáfrica, se le vio aparecer en las ceremonias de dicho evento, recibiendo una calurosa ovación por parte de la multitud. Falleció en el 2013, por complicaciones con su salud y su deceso fue una noticia de carácter mundial. En julio de ese mismo año, miles de personas salieron a marchar a las calles de Sudáfrica con motivo de su aniversario 95°.
Desde entonces se lo tiene como uno de los grandes líderes de la era actual.
Citas célebres de Nelson Mandela
- La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre.
- Cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada.
- La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.
- La prisión es una tremenda educación en la paciencia y la perseverancia.
- Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.
- Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar.
- Una buena cabeza y un buen corazón son una combinación formidable.
- Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
- Si quieres hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él. Entonces se convierte en tu compañero.
- Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada.
- ¡Viva la libertad! El sol nunca ha iluminado un logro humano más glorioso.
- El ejercicio es clave para la salud física y de la mente.
- No soy un santo. Al menos que para ti un santo sea un pecador que simplemente sigue esforzándose.
- Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya venga de un hombre negro o un hombre blanco.
- Sólo los hombres libres pueden negociar; los presos no pueden firmar contratos. Su libertad y la mía no pueden separarse.
- Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades.
- No es valiente aquel que no tiene miedo sino el que sabe conquistarlo.
- Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra.
- Todo parece imposible hasta que se hace.
- No hay nada como volver a un lugar que permanece sin cambios para descubrir cómo has cambiado tú.
- Sueño un África en paz consigo misma.
- La democracia exige que los derechos políticos y de las minorías se resguarden.
- No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad, que la forma en la que trata a sus niños.
- Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien.
- Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.
- La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario.
- He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir, hasta lograrlo. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.
- Dedicamos este día a todos los héroes y heroínas de este país y el resto del mundo que se sacrificaron entregando sus vidas a fin de que pudiéramos ser libres. Sus sueños se han convertido en realidad. La libertad es su recompensa.
- Nunca me han preocupado mucho los premios personales. El hombre no se convierte en un luchador por la libertad con la esperanza de ganar premios, pero cuando se me notificó que había ganado el Nobel de la Paz de 1993 junto con el Sr. de Klerk, me conmoví profundamente.