Oscar Wilde y sus citas célebres
Oscar Wilde sin duda es uno de los escritores más interesantes de la historia universal, que se convirtió en todo un personaje no solo por su enorme talento al escribir. También lo fue debido a su manera de pensar y a lo excéntrico que era. De él hay muchas cosas que se pueden contar y hoy en Descubre Nombres, vamos a hablarte de las más importantes mediante una biografía breve de su vida, que estamos seguros de que te va a encantar. Además de esto, también te mencionaremos cuales han sido sus frases más famosas, ¿nos acompañas a descubrir todo esto?
Biografía de Oscar Wilde
Primeros años
Oscar Wilde nació el 16 de octubre de 1854 en Dublín, Irlanda, con el nombre de Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde. Fue el segundo de tres hijos que tuvieron William y Jane Wilde. Desde pequeño recibió una gran influencia literaria por parte de su madre, quien escribía versos de poesía con el seúdonimo de Speranza para el movimiento Young Ireland, en 1848. Siendo una asidua amante de la literatura, también acostumbraba organizar reuniones literarias en casa de las que el célebre escritor formaría parte en su juventud.
Su padre por otra parte era cirujano con especialización en oto-oftalmológica y que en 1864, fue nombrado caballero por su asistencia en los censos de Irlanda. De él se sabe también que escribió algunos libros sobre arqueología irlandesa y el folclor de los campesinos.
Oscar no asistió a la escuela sino hasta que cumplió los nueve años y hasta ese momento, recibió toda su instrucción en casa por parte de una institutriz alemana y un profesor francés, que se encargaron de enseñarle sus respectivas lenguas. También estudió el griego y el italiano. Más tarde se le inscribió en la Portora Royal School en Enniskillen, del Condado de Fermanagh. Después estudió en el famoso Trinity College de Dublín.
Carrera literaria
Después de completar su educación básica, el escritor se graduó de la Universidad de Oxford, destacándose sobretodo por estudiar los clásicos y la poesía. Su poema Ravenna le hizo ganar el premio Newdigate en 1878.
A partir de entonces publicó varios ensyaos y también se hizo conocido por si estilo tan peculiar, vistiendo pantalones de montar de terciopelo y llevando el pelo largo. Siendo uno de los máximos representantes del esteticismo, decoraba su habitación con numerosos objetos de arte, girasoles, porcelanas chinas y plumas de pavo real. Sus gustos y manera de comportarse lo pusieron en la mira de la sociedad puritana de aquel entonces, haciendo que fuera ridiculizado en la publicación de sátira, Punch, y también en la ópera cómica, Paciencia, de Gilbert y Sullivan.
La poesía no fue su único interés puesto que también escribió varias obras teatrales, como El abanico de lady Windermere o La importancia de llamarse Ernesto, famosas hasta la actualidad por el ingenio de sus diálogos. Además también posee varios cuentos cortos, como El príncipe feliz y La casa de las Granadas. Escribió una única novela, El retrato de Dorian Gray, que destacó de inmediato por su crítica a la sociedad victoriana y su tema de decadencia moral.
Muerte
Poco antes de morir, Wilde se había convertido al catolicismo e hizo un viaje a París. Fue allí donde murió el 30 de noviembre de 1900, como consecuencia de un ataque de meningitis. Se encontraba en ese momento en el Hôtel d’Alsace, núm. 13, de la Rue des Beaux Arts.
A día de hoy, continúa siendo uno de los escritores más importantes de la literatura universal.
Citas célebres de Oscar Wilde
- Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
- Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.
- Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.
- Cómo tener confianza de una mujer que le dice a uno su verdadera edad. Una mujer capaz de decir esto es capaz de decirlo todo.
- Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.
- No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
- Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.
- La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.
- A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
- Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
- Uno debería estar siempre enamorado. Por eso jamás deberíamos casarnos.
- Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida.
- Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.
- La única manera en que un hombre debe comportarse con una mujer es: haciendo el amor con ella, si es bonita, o con otra, si es fea.
- Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.
- El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.
- La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
- Haría cualquier cosa por recuperar la juventud… excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.
- No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
- La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.