Sigmund Freud y sus citas célebres

Sigmund Freud es sin duda uno de los personajes más importantes del siglo XX y aun hoy en día, su trabajo sigue teniendo una gran repercusión en el ámbito del psicoanálisis y también en ciertos aspectos de la medicina. Conocido por ser un hombre sumamente brillante, él nos dejó muchas enseñanzas y citas célebres que el día de hoy hemos decidido mostrarte, a fin de que conozcas un poco más sobre su manera de ser. También te enseñaremos una breve biografía suya para que conozcas los aspectos más importantes de su vida y curiosidades que seguramente te van a sorprender.

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Biografía de Sigmund Freud

Primeros años

Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Príbor, una pequeña ciudad ubicada en República Checa. Fue concebido en el seno de una familia judía. Fue hijo de un comerciante de lana y tuvo ocho hermanos. Cuando él nació, sus padres pasaban por una mala racha económica que los tenía viviendo en una pequeña habitación alquilada.

Con el fin de mejorar su situación se trasladaron a Freiberg, luego a Leipzig y finalmente a Viena, en Austria.

Cuando cumplió nueve años de edad, Sigmund entró a cursar sus estudios básicos en el Leopoldstädter Kommunal-Realgymnasium, donde pronto se destacó por ser un niño brillante. Tenía un enorme gusto por la lectura, leyendo en incluso en distintos idiomas: inglés, francés, alemán, hebreo, latín, griego e italiano. Uno de sus autores favoritos era Shakespeare.

A los 17 años ingresó a la Universidad de Viena con el objetivo de estudiar Derecho, pero más tarde cambiaría de opinión y se decantaría por la Medicina, de la cual se graduó en 1881.

Carrera profesional

En los años posteriores demostraría una gran inquietud por la psiquiatría y los trastornos nerviosos. Tras contraer matrimonio con Martha Bernays en 1886, estableció su consulta privada como médico en Viena.

Los trabajos que realizará posteriormente serían la base del psicoanálisis, mismo que surgió en 1896 y que comprendió una gran parte de su carrera.

Hasta el año 1900 acuñó un gran número de los conceptos y teorías que lo volvieron un conocido psicoanalista. Durante este período, también utilizaría la hipnosis como un método para comprender mejor el subconsciente humano y distintos trastornos neuróticos.  Em 1899 publicó su libro más famoso, La interpretación de los sueños, mismo que en su tiempo fue todo un fracaso, vendiendo no más 351 a lo largo de seis años. Actualmente, este es su libro más conocido y del que ya se han adquirido millones de ejemplares alrededor del mundo.

En 1902 fue ascendido al cargo de profesor titular en la Universidad de Viena. También llegaría a conocer a brillantes contemporáneos como Carl Jung, Otto Rank y William Stekel.

Últimos años

En 1923 le fue detectado un cáncer en la mandíbula, cuy tratamiento fue tedioso y doloroso para Freud. En 1938, las nazis habían invadido Austria y cuando la Gestapo comenzó a buscar a su familia, una de sus pacientes y amiga, Marie Bonaparte, se aseguró de conseguirle un pasaje a Inglaterra para que pudiera escapar con su hija, Anna.

Para 1939 su cáncer había empeorado y acudió a su amigo, Max Shur. Él le había hecho la promesa de que lo ayudaría a morir se veía que la enfermedad se tornaba demasiado dolorosa como para sobrellevarla.

El 22 de septiembre del mismo año, Max le aplicó una inyección de morfina para hacer efectiva la eutanasia, pero no murió sino hasta la medianoche del día siguiente. Las últimas palabras que pronunció fueron, «¡esto es absurdo!, ¡esto es absurdo!». Luego de ello, su cuerpo fue incinerado en el Golders Green Crematorium y colocados en una antigua urna griega que tenía.

Curiosidades de Sigmund Freud

  • Tenía una fobia completamente inexplicable hacia el número 62. Era tanto el miedo que sentía hacia dicho número, que cuando llegaba a un hotel siempre se fijaba que no tuviera más de 62 habitaciones.
  • Sus pasatiempos consistían en coleccionar pequeñas estatuas antiguas, jugar a las cartas y dar paseos muy largos en el exterior, en los que también disfrutaba enormemente recogiendo todo tipo de setas.
  • Se sabe que era un asiduo consumidor de cocaína. Él pensaba que esta droga tenía excelentes propiedades y tanto era así, que incluso se la llegó a prescribir a algunos de sus pacientes.
  • Aprendió a hablar castellano. Y contrario a lo que se pudiera creer, lo hizo por mero gusto, ya que quería leer la famosa obra de Don Quijote en su lengua original.
  • Era un fumador compulsivo. Fumaba tanto que en 1923 lo aquejó un cáncer de boca, mismo que le trajó muchas complicaciones en su salud así como terribles dolores.
  • No le gustaba gastar en ropa. Únicamente tenía tres trajes, tres cambios de ropa interior y tres pares de zapatos. A pesar de ello no era una persona tacaña, pues siempre ayudaba a sus amistades y a estudiantes que pasaban por malas rachas económicas.
  • Él mismo psicoanalizo a su hija, Anna Freud. Más adelante, ella se volvería mundialmente famosa por su participación en los estudios de su padre y sus avances en el psicoanálisis.
  • A causa del cáncer que llegó a padecer, hubo de pasar por un total de 33 operaciones quirúrgicas, esperando mejorar la calidad de vida que tenía.

Citas célebres de Sigmund Freud

  1. Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
  2. No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre.
  3. He sido un hombre afortunado; en la vida nada me ha sido fácil.
  4. Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos.
  5. Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.
  6. Ser completamente honrados consigo mismo es un buen ejercicio.
  7. Como a nadie se le puede forzar para que crea, a nadie se le puede forzar para que no crea.
  8. Un buen día, echando la vista atrás, se dará usted cuenta de que estos años de lucha han sido los más hermosos de su vida.
  9. Cualquiera que despierto se comportase como lo hiciera en sueños sería tomado por loco.
  10. No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre.
  11. Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino.
  12. El narcisismo de las pequeñas diferencias, es la obsesión por diferenciarse de aquello que resulta más familiar y parecido.
  13. Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso.
  14. El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización.
  15. La humanidad progresa. Hoy solamente quema mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mi.
  16. Cada uno de nosotros tiene a todos como mortales menos a sí mismo.
  17. La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
  18. Dijo Platón que los buenos son los que se contentan con soñar aquello que los malos hacen realidad.
  19. Todo chiste, en el fondo, encubre una verdad.
  20. La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere una mujer?